Quizás el título del artículo sea muy pretencioso, dado que lo que aquí se va a exponer son las treinta mejores series de televisión de esta última década desde mi personalísimo punto de vista. Está claro que habrá quien coincida conmigo y habrá quien discrepe totalmente pero ya saben, los gustos son como los traseros: cada uno tiene el suyo.
Me he decidido a hacer una recopilación de las series que más me han gustado en los últimos tiempos puesto que un servidor se ha dejado seducir por este tipo de formato de narrar historias que ha sufrido una autentica eclosión en cuanto a calidad y a cantidad sencillamente abrumadora a lo largo de estos primeros años de siglo.
Cierto es que esto también nos ha llevado a consumir estos productos de una forma totalmente distinta de como estábamos acostumbrados: ya no dependemos de la tiranía de los canales televisivos (la mayor parte de ellos lamentables en cuanto al tratamiento de estas ficciones catódicas en lo que respecta a programación de las mismas y al insufrible bombardeo publicitario con que mutilan cualquier tensión en su visionado) y ha surgido la posibilidad de adquirir las series por temporadas completas y ,¡lo mejor!, la posibilidad de descargarse vía internet dichas temporadas y visionarlas a nuestro completo antojo, sin cortes publicitarios y en la cantidad que deseemos. ¡Una auténtica gozada!
Para colmo, la calidad de muchas de estas series es extraordinaria (también hay mucha furrufalla, no lo negamos) y, como ya hemos apuntado, la cantidad de éstas en los últimos 10 años ha sido vastísima, enorme si lo comparamos con décadas anteriores. Así a finales de siglo XX aparecían series de referencia muy de vez en cuando, no me puedo olvidar de títulos tan extraordinarios como Doctor en Alaska, Twin Peaks, Friends o Expediente X, pero la producción actual es capaz de desbordar al más pintado (o al más friky, según se mire).
La selección que he realizado se rige por criterios estrictamente personales. Ni tan siquiera pretendo afirmar que estas series ni su orden se correspondan con la calidad de las mismas. Únicamente me he regido por la capacidad de las mismas para asombrarme, divertirme, emocionarme, o "engancharme" a ellas con un ansia de desear más y más de lo que me estaban ofreciendo. Los más puristas se asombrarán de ver creaciones multipremiadas y megalaureadas por la crítica en posiciones poco relevantes (podría ser el caso de Los Soprano o de Mad Men) o incluso fuera de la propia lista (ejemplos de ello serían Breaking Bad, Weeds o The Shield, entre otras, que al realizar esta selección todavía las tengo pendientes de visionado) pero como ya he afirmado los criterios utilizados son sencillamente personales.
Y sin más preámbulos (que no han sido pocos) aquí os dejo mi lista de series favoritas del último decenio:
1. Perdidos (Lost).
2. 24.
3. A dos metros bajo tierra.
4. BattleStar Galactica.
5. House.
6. The Wire.
7. Las Chicas Gilmore.
8. Dexter.
9. Deadwood.
10. Roma.
11. Los Tudor.
12. Me llamo Earl.
13. The Flight of Conchords (Los Conchords).
14. Los Soprano.
15. Californication.
16. Héroes.
17. Daños y Perjuicios.
18. Fringe.
19. True Blood.
20. Los Informáticos.
21. Mad Men.
22. CSI Las Vegas.
23. Carnivale.
24. South Park.
25. Terminator: Las Crónicas de Sarah Connor.
26. Siete Vidas.
27. Como conocí a vuestra madre.
28. Padre de Familia.
29. Los Simpson.
30. Death Note.
Realizaré ahora algunas reflexiones acerca de la lista y de algunas de las series para que sirvan como motivo de debate.
Para empezar diré que la elección del número uno (Perdidos) no ha tenido ninguna dificultad para mí. Como hace poco me comentó un amigo "Perdidos no es una serie, es otra cosa". Y así es, Lost juega en otra liga, es el entretenimiento puro y duro llevado a su máxima expresión: misterio, intriga, acción, sorpresa, historias con mil trucos, personajes magníficos y momentos sencillamente memorables que hacen que el espectador se convierta en pobre yonki desesperado por inyectarse un chute tras otro de cada uno de sus capítulos y que desespere en sus terribles síndromes de abstinencia que suponen los parones entre temporada y temporada. No sé que será de nosotros el día que se emita el episodio definitivo de la inminente y final sexta temporada, ya que dudo que haya algún centro de desintoxicación capaz de rehabilitarnos de su desoladora ausencia.
En cuanto a mi segunda elección imagino que será la que desatará mayor polémica entre mis probables lectores. Esta serie contiene algunos de los elementos ideológicos que más aborrezco y sólo es comprensible en un contexto post 11-S de política ultraconservadora dentro del abominable término, acuñado por la administración Bush, "carácter preventivo". Y a pesar de ello 24 es fascinante y sencillamente apabullante. Quizás porque lo que acabo de afirmar ahora mismo no es del todo cierto, ya que algunos no quieren ver en esta serie más que una denuncia de los medios extralimitados del mecanismo antiterrorista estadounidense. Quizás, aunque yo no me lo acabo de creer. Pero lo que es de todo término innegable es que 24 es un prodigio en su formato, su acción trepidante y sus intrigas imposibles te hacen disfrutar de lo lindo. ¿Y eso es todo? Pues no amigos, lo mejor de la serie es la construcción de un personaje de dimensiones míticas que desborda todo lo imaginable: Jack Bauer. Al agente Bauer lo odias con todas tus fuerzas (es un cabrón con mayúsculas, un "hijoputa" y punto), pero al mismo tiempo lo llegas a admirar por su capacidad para afrontar todas las adversidades inimaginables y acabar saliendo victorioso y salvando "al mundo" de todas las amenazas tantas veces como haga falta. Todo es ficción (o no), todo es imposible, a nadie le puede pasar lo que le pasa a Jack Bauer, nadie se lo cree, y sólo hay una cosa cierta en 24, que mola y mola un montón.
Respecto al tercer puesto únicamente puedo decir que nunca hasta que vi A dos metros bajo tierra pensé que se pudiera hacer un producto para la televisión así. Puesto que en esta serie se habla de forma brutal y sin tapujos de la vida, y su sentido si es que lo tiene, y de la muerte, y su sentido si es que lo tiene; pero también se habla del sexo sin censuras, de los sentimientos más importantes y de todo aquello que representa la esencia del ser humano. Ver A dos metros bajo tierra es analizar nuestra existencia y tratar de encontrar el sentido de la misma aunque sea a bofetones por nuestra incompetencia para lograrlo. Enorme.
Después del podio sólo daré unos breves apuntes sobre las demás. De BattleStar Galactica señalar que el que espere una serie de batallas en el espacio y lucha intergalácticas está muy, pero que muy equivocado, aquí se habla de muchísimo más: política, poder, religión, filosofía, relaciones personales, ..., ¡ah! y también hay androides. De House que posee uno de los caboncetes más majetes que nunca se han reflejado en televisión y que mola ver como manipula y despelleja a todo bicho viviente. De Las Chicas Gilmore que su edulcorado diseño no engañe a nadie puesto que en ella se encuentran algunos de los mejores diálogos y algunos de los momentos más deliciosos jamás emitidos en televisión. Y de The Wire indicar que se trata de la más depurada y asombrosa disección de todos los estratos de nuestra corrupta y miserable sociedad occidental en la vivimos.
Destacar también la inigualable calidad de algunos dramas históricos (Deadwood, Los Tudor o Roma); lo entretenido que es ver las peripecias de un psicokiller por hacer justicia a su manera y aparentar "normalidad" (Dexter); que existen varias comedias desternillantes capaces de reflejar situaciones y tipos de lo más absurdo (Me llamo Earl, Los Informáticos o The Flight Of Conchords); que la ficción animada es capaz de reírse de todos los enormes defectos de nuestra sociedad y nosotros con ellos (Los Simpson, South Park o Padre de familia); que Héroes jamás debería haber aparecido en esta lista por su vergonzosa segunda temporada pero que la brillantez y su soberbio espíritu de cómic de superhéroes de la primera le salvan de todo; que personajes contradictorios como Tony Soprano (Los Soprano) hacen que una serie valga su peso en oro; que la sola presencia de la magnífica Siete Vidas como representante patrio es reflejo del acartonado, cutre y repetitivo panorama de las ficciones españolas; y que sí, que Mad Men es muy buena, está muy bien hecha, que Don Draper es el animal más sexy de la televisión, pero que a esta serie le falta brío, energía o yo que sé.
Y después de todas estas reflexiones, opiniones y masturbaciones catódicas me voy a ir despidiendo para dejar paso al aluvión de opiniones que espero suscite el presente artículo.
Próximamente las mejores películas de la década. No os lo perdáis.